7 ene 2010

La sirena del desierto

A veces es necesario alejarse de la gran urbe para respirar un poquito de aire fresco. No sé, playa o a la montaña son dos grandes opciones. Pero qué tal si es en lo alto de una duna de arena inmensa el lugar elegido para surfear la ola y gozar de unas vistas similares a la de desiertos como el de Marruecos? Pues sí, estamos en el desierto del estado de Ica, concretamente en Huacacchina, un lugar situado a unas 8 horas dirección sur de Lima.

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Resulta que la historia de este lugar es bien bonita. Huacacchina (en quechua ‘mujer que llora) no es otra cosa que un espectacular oasis en mitad de un desierto. Una laguna bordeada de majestuosas dunas. Y como no, un reclamo turístico desde hace unos años donde los paseos en boggie por las dunas y el sandboard son sus principales bazas.

Dice la leyenda que una vez hubo una princesa recién salida de su baño envuelta en un paño de seda. La princesa, bella y joven como sólo las princesas de cuento pueden ser, mantenía un espejo en el que contemplaba su eterna belleza. De pronto, a través de su reflejo divisó la figura de un malvado cazador que la acechaba. La princesa, desesperada, arrancó la huida por el campo y en su escapada, el precioso manto de seda quedó enganchado en un zarzal dando lugar a la aparición de semejantes dunas de arena fina. En su temeroso correr, de pronto la princesa tropezó y el espejo que sujetaba cayó al suelo, donde al romperse en mil pedazos, una laguna se originó, lugar donde la princesa, desde entonces sirena, vive en sus profundidades y donde también, y según cuentan los lugareños, en noches de luna llena se le puede oir llorar a la altura de los juncos.

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Termina la leyenda diciendo que todos los años la sirena se  lleva consigo, a las profundidades de la laguna, la vida de un hombre. Aunque también nos enteramos que la evaporación del agua en la zona y la sequía de la comarca, están haciendo que desde hace un tiempo y de manera clandestina se rellene de manera artificial el agua del oasis. Así que desgraciadamente pronto igual vemos por fin la belleza de la princesa y los cadáveres de los hombres adyacentes.

1 comentario:

  1. Muy buenas caballeros,me pregunto yo si no comisteis en la huacachina??Para un Español que hay por aqui y ni una mencion¡¡¡buena suerte en los viajes¡¡¡ El juglar y el Unicornio

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