Nos dicen que por unos 3 soles(menos de 1 euro) nos pueden llevar en colectivo (autobús), la sorpresa es que cuando llegamos al sitio indicado para coger el colectivo, un hombre nos dice que nos puede llevar él en su coche. Tras comprobar que el coche está lleno, nos abre gentilmente el maletero y nos invita a subir. Perplejos pero con ganas de ir nos subimos y tratamos de acomodarnos. El trayecto es incómodo pero rápido y conforme la gente va bajando del coche nos sentamos en los asientos.
Tras el sorprendente viaje llegamos a Pisac y nos preparamos para la subida, nos dicen que más o menos se tarda una hora y media. Pero vamos preparados con un buen calzado, agua y lo más importante; hoja de coca. La empezamos a mascar y sentimos que nos espabila y nos da energía.
Conforme vamos subiendo observamos la maravilla que es éste lugar, lleno de terrazas de cultivo y torreones de vigilancia. Hasta llegar a la pequeña ciudadela gobernada por el Templo del Sol, donde se celebraban las ceremonias religiosas. Pequeñas calles y casas gobiernan el complejo.
El lugar es mágico y consigues perderte por esas montañas.