27 dic 2009

Pisac


Nos dirigimos a Pisac, que en quechua quiere decir perdiz, a unos 30 kilómetros de Cusco. Es uno de los sitios arqueológicos más importantes del Valle Sagrado.

Nos dicen que por unos 3 soles(menos de 1 euro) nos pueden llevar en colectivo (autobús), la sorpresa es que cuando llegamos al sitio indicado para coger el colectivo, un hombre nos dice que nos puede llevar él en su coche. Tras comprobar que el coche está lleno, nos abre gentilmente el maletero y nos invita a subir. Perplejos pero con ganas de ir nos subimos y tratamos de acomodarnos. El trayecto es incómodo pero rápido y conforme la gente va bajando del coche nos sentamos en los asientos.


Tras el sorprendente viaje llegamos a Pisac y nos preparamos para la subida, nos dicen que más o menos se tarda una hora y media. Pero vamos preparados con un buen calzado, agua y lo más importante; hoja de coca. La empezamos a mascar y sentimos que nos espabila y nos da energía.

Conforme vamos subiendo observamos la maravilla que es éste lugar, lleno de terrazas de cultivo y torreones de vigilancia. Hasta llegar a la pequeña ciudadela gobernada por el Templo del Sol, donde se celebraban las ceremonias religiosas. Pequeñas calles y casas gobiernan el complejo.


El lugar es mágico y consigues perderte por esas montañas.

15 dic 2009

Paracas

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Llegamos a Paracas después de 4 horas de autobús a través de una carretera que no está del todo mal. Los autobuses no son muy incómodos, sólo que más estrechos.

No es directo y realizamos paradas en Cañete, Chincha y El Carmen. En cada parada sube un revisor para comprobar los nuevos ocupantes del autobús y tienes que enseñar el boleto constantemente. A cada momento se suben personas que venden refrescos y comida.

Llegamos a la ciudad después de tomar un taxi en Pisco y nos recibe Chachi, un amigo del couchsurfing de Jose, que tiene la bondad de alojarnos.

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Paracas es mundialmente conocido por la Reserva Nacional de Paracas y por la Isla Ballesta, donde hay una concentración espectacular de todo tipo de aves, pingüinos, focas y lobos marinos. Es un lugar muy turístico y se nota nada más llegar, los precios son más elevados y no paras de ver turistas.

A la mañana siguiente nos dirigimos a la Isla en una lancha. Antes de llegar vislumbras “El Candelabro”: inscripción en la arena similares a las líneas de Nazca. No se sabe bien quién las realizó, si antepasados en honor a su dios o los mismos extraterrestres. Todo sigue rodeado de mucha leyenda. Nos vamos acercando a la isla y empezamos a divisar numerosas aves que llegan perfectamente alineadas, no he visto tantas en mi vida. Vemos a pelicanos, lobos marinos, focas y pingüinos.

Nos sentimos unos turistas más con la excursión organizada, pero es lo que somos, jajajaja.

13 dic 2009

Gamarra: el mercadillo textil más grande de latinoamérica

Si había un sitio interesante al que acudir en una ciudad como Lima, ése sin duda era un lugar llamado Gamarra. El centro textil más grande de Latinoamérica, con más de 30 manzanas que acumulan 25.000 empresas que dan trabajo a 100.000 personas, se erige en el limeño barrio de La Victoria. Cada día en estas fechas navideñas, 300.000 personas (sí sí, no me sobran ceros) vienen a este lugar a comprar telas, buscar sus marcas favoritas o simplemente echar un vistazo en un barrio lleno de color, movimiento y acción –también es fácil experimentar subidas de adrenalina-

Gracias a nuestras queridísima amiga Shirley Herrera, a la que acompañamos a mirar unos tejidos para su proyecto de marca propia, pudimos pasar un día en este circo de la tela. Ella misma nos presenta el barrio.

La mañana se nos fue paseando por sus calles inacabables de negocio, colores y gente de lo más pintoresca. Consumidores y empresarios en el mismo campo de batalla y en un clima de armonía, creación y mercadeo. Y entre ellos, nosotros, los curiosos. Ésta es la visión del emporio textil “Gamarra” por la propia Shirley.

12 dic 2009

La ciudad de Lima



Bajamos del avión sin terminar de creernos que ya estamos en Lima y que nuestro largo viaje, insufribles 12 horas de avión ya ha comenzado. Nos encontramos con una ciudad de más de 8 millones de habitantes y lo primero que comprobamos es que se mueve con un tráfico imposible. Yo no tengo carnet de conducir y no me puedo quejar o expresarme demasiado bien pero de las ciudades que he conocido es de largo la que peor se conduce, muy lejos quedan Estambul o Marrakech. Lo que sentimos del aeropuerto al lugar de nuestro alojamiento es que en cada momento podemos chocar o atropellar a cualquier peatón, todos los movimientos son agresivos y a gran velocidad, no existe el paso de cebra o la separación de carriles.

De los 2 días que llevamos en la ciudad me sorprende lo barato que es, algo que esperaba pero no tanto, comes entre 4 y 8 soles de menú, que son entre 1 y 2 euros e incluso en los puestos callejeros puedes comer por menos de 0,50 céntimos. La cerveza cuesta poco más de 1 euro y un paquete de 20 cigarrillos menos de un euro.

La ciudad esta repleta de taxis y autobuses, cada vez que tomas un taxi hay que negociar el precio con el conductor. Existen personas que se encargan de llenar de pasajeros cada taxi y por ello se lleva una pequeña comisión del conductor.
Los autobuses son iguales, conforme se acercan a la parada un hombre se asoma por la puerta trasera o asoma la cabeza por la ventanilla y va gritando la siguiente parada del autobús, si te viene bien tienes que subirte casi corriendo.

El clima es algo extraño, puede parecer el de Londres salvo por el frío, los días que llevamos todavía no hemos visto el sol, días grises y nublados son los que tenemos en la capital peruana pero la temperatura es agradable, atardeciendo a eso de las 18.30 de la tarde empieza a refrescar.
Gran parte de los edificios son sucios y descuidados, muchas familias enteras, generalmente mujeres con sus hijos pequeños duermen en la calle, se dedican a vender en los semáforos.

No ayuda a conocer un poco más la ciudad, una amiga periodista que nos lleva al mercado de Gamarra, el mercado textil más grande de toda Latinoamérica, pero ya os contaremos toda esa experiencia y el resto de la ciudad otro día ya que me estoy extendiendo demasiado.

11 dic 2009

Primera parada: Londres

Desde que descendemos y empiezo a vislumbrar el paisaje de Londres, gris, nublado y lleno de verde, se me dibuja una sonrisa en la cara, empiezo a ver algo nuevo y desconocido, nunca había llegado a Londres en avión.

Paseamos por Londres, recorriendo el barrio pintoresco de Brixton, al sur de la ciudad, Camden Town y Whitechapel, la visito con el guía Jose y la verdad es que aunque sea de noche y visitamos pocos lugares, Londres me parece fascinante lejos de aquella mala imagen que tenía cuando me vine del viaje de estudios.

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Cenamos en un restaurante paquistaní, “The New Tayyabs”donde la comida me parece muy sabrosa y no excesivamente picante, para ir acostumbrando poco a poco al estómago.

Unas últimas cervezas en Europa y a pasar la noche en el aeropuerto para empezar realmente el viaje.

Escribo desde el avión, cansado con sueño y con un olor corporal que empieza a ser mareante, menos mal que me hecho un amiguito en el avión Marìn, un niño de 2 años que viaja a mi lado. En apenas 5 horas aterrizaremos en Lima, y ya os iremos contando.

9 dic 2009

Puerta de embarque

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He yo aquí, en el aeropuerto de Málaga: salidas. Le digo adiós a un país en crisis, dirigido por una nueva clase política corrupta y con visos de ser el último estado en recuperarse  de esta hostia económica que desola a los trabajadores sin ocupación.

Le digo adiós a una familia volcada en que su loco hijo realice uno de sus sueños y a unos amigos que me animan para que lo realice por ellos. Son tiempos de despedidas, de tristeza y de enfrentarse al mundo por uno mismo.

Tan pronto como pise suelo limeño será otra etapa, tan ansiada desde hace tiempo. Será entonces cuando diga: “hola mundo, por fin nos re-encontramos!” Y se irá la tristeza para dar la bienvenida a la aventura, coraje y aprendizaje.

Empezó oficialmente el viaje para mí. Antonio, te espero mañana!

2 dic 2009

Despedida a una fiel compañera

“¿Qué es la vida sino cambios? Sería una monotonía, un atraso, un no avanzar, un estancamiento. Algunos de estos cambios se afrontan con ilusión, otros con incertidumbre y otros incluso con miedo... Pero yo creo que los cambios son siempre buenos. La mayoría de las veces se suelen hacer para mejor. Incluso si se desconoce su fin o su resultado, siempre se saca algo positivo de los mismos.

Hoy le escribo al cariño, a la fidelidad y al acompañamiento. Sí mochila, te escribo a tí. Por un lado estoy triste, debo dejarte y mirar para adelante, pero por otro lado estoy contento e ilusionado. Te cambio con todo el dolor del mundo, pero sé que no estás preparada para venirte en este viaje. Nunca te olvidaré en aquella noche con los ex presidiarios mexicanos a las afueras de Chihuahua, cuando me diste calor abrazándome en un banco a la intemperie frente al aeropuerto de Eindhoven, o la compañía que me brindaste viendo el amanecer desde lo alto de aquellas dunas al sur de Marruecos.

La mochila siempre pendiente de mí

Pero esto será sólo un hasta luego, te guardaré en un armario con la mejor bolsa que tenga y la pastilla antipolillas mejor perfumada del mercado. Sé que tenías muchas ganas de venir –por un momento tenías tu billete en la cremallera- pero no estaba seguro de que aguantarías tanto meneo ni tantas cosas que transportar. Espero que entiendas que te cambio por tu bien. Tus 55 litros se quedan cortos frente a los 80 de tu sustituta, así que después de pasarme por el “Ikea del viajero” –Decathlon-, ya te puedo decir que tengo mi caparazón perfecto para alojar en mi espalda todo lo que necesito para 365 días.

Nos vemos a la vuelta, y por favor, no me guardes rencor. Prometo cogerte para algún otro tour europeo.

Un fuerte abrazo,

Con cariño, tu compañero Jose.”